martes, 26 de agosto de 2008

DON SEÑOR



En la junta de accionistas se acercó Don Perro, para hablar con Don Guillermo, sobre lo acontecido en la noche anterior en la casa de Doña Isabel.
Al respecto, Don Perro le explicó a Don Guillermo que, lamentablemente, él no era la persona más indicada para dar la fatal noticia del triste fallecimiento de Don Gato, al Presidente del Consejo Municipal, ya que Doña Muerte es muy quisquillosa en esos temas y más vale seguirle el amén.
- Pero, ¿quién se ha creído esa señora que soy yo, para negarme el legítimo derecho de dar a conocer esta fatídica noticia a mi hermano, el Presidente del Consejo? - dijo enfurecido Don Guillermo.
- Es la ley - contestó Don Perro.
- Pero que se han imaginado ustedes, ¿acaso piensan que soy un Don Nadie?
- No - contestó, esta vez, amigablemente Don Perro - Don Nadie viene en camino, y le aseguro que no anda de muy buen humor, si hasta Doña Muerte le anda haciendo el quite. Yo que usted me retiro.
Todos quedaron en silencio. A los pocos minutos, el puesto de Don Guillermo estaba vacío.

1 comentario:

Vikaivi dijo...

Pucha qué guenooooooooooooo!

Sinceramente, doña doña

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